Ven, Sígueme de Central de las Escrituras

Este espacio ha sido creado para ayudarte a ti a aprender acerca de Jesucristo al estudiar Ven, Sígueme.

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2 days ago


29 diciembre – 4 enero: El primer testamento de Jesucristo
Introducción al Antiguo Testamento
Al considerar la oportunidad de estudiar el Antiguo Testamento este año, ¿cómo te sientes? ¿Ansioso? ¿Inseguro? ¿Temeroso? Todas estas emociones son comprensibles. El Antiguo Testamento es uno de los conjuntos de escritos más antiguos del mundo, y eso puede despertar entusiasmo y temor al mismo tiempo. Estos escritos provienen de una cultura antigua que podría parecernos ajena y, en ocasiones, extraña o incluso incómoda. Sin embargo, en esos escritos vemos a personas pasar por experiencias que nos resultan familiares. Reconocemos temas del Evangelio que dan testimonio de la divinidad de Jesucristo y de Su Evangelio. Es cierto, las personas como Abraham, Sara, Ana y Daniel, por ejemplo, llevaron vidas que, en cierta forma, eran muy diferentes a las nuestras. No obstante, también experimentaron el gozo que produce la familia, así como también discordias familiares, momentos de fe y momentos de incertidumbre, y éxitos y fracasos, al igual que todos nosotros. Lo que es más importante, ejercieron fe, se arrepintieron, hicieron convenios, tuvieron experiencias espirituales y nunca se dieron por vencidos en cuanto a la promesa de un Salvador. A medida que aprendemos cómo actuó Dios en sus vidas, también lo vemos en la nuestra, y decimos, junto con el salmista: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz a mi camino […]. Y la ama tu siervo” (Salmo 119:105, 140).
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Sunday Dec 21, 2025

Aun antes de nacer, éramos parte de una familia: la familia de nuestros padres celestiales. Ese modelo continúa en la tierra. Las familias aquí, en su mejor versión, tienen por designio replicar el modelo perfecto del cielo.
Desde luego, no hay garantías de que las familias terrenales serán ideales o siquiera funcionales, pero, como enseñó el presidente Henry B. Eyring, las familias “brindan a los hijos de Dios la mejor oportunidad de ser acogidos en el mundo con el único amor en la tierra que se acerca a lo que sentimos en el cielo: el amor de los padres” (“Congregar a la familia de Dios”, Liahona, mayo de 2017, pág. 20). Sabiendo que las familias son imperfectas y que están sujetas a los ataques del adversario, Dios envió a Su Hijo Amado para redimirnos y sanar a nuestras familias; y mandó profetas de los últimos días con una proclamación para defender y fortalecer a las familias. Si seguimos a los profetas y ponemos la fe en el Salvador, aun cuando las familias terrenales no alcancen el ideal divino, hay esperanza para las familias tanto en la tierra como en el cielo.

Sunday Dec 14, 2025

El profeta José Smith enseñó: “Los principios fundamentales de nuestra religión son el testimonio de los apóstoles y de los profetas concernientes a Jesucristo: que murió, fue sepultado, se levantó al tercer día y ascendió a los cielos; y todas las otras cosas que pertenecen a nuestra religión son únicamente apéndices de eso” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2011, págs. 51–52). Más de 160 años después, esa declaración inspiró a La Primera Presidencia y al Cuórum de los Doce Apóstoles a publicar “El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles” para conmemorar el aniversario número 2000 del nacimiento del Salvador (véase Russell M. Nelson, “Cómo obtener el poder de Jesucristo en nuestra vida”, Liahona, mayo de 2017, pág. 40). En calidad de Santos de los Últimos Días, nos regocijamos en la bendición de la revelación continua por medio de profetas y apóstoles modernos. Agradecemos sus palabras inspiradas de consejo, advertencia y ánimo; pero sobre todo, somos bendecidos por sus potentes testimonios de Jesucristo, en Navidad y a lo largo del año. Representan más que solo palabras conmovedoras de escritores u oradores hábiles, o perspectivas de expertos en las Escrituras. Son las palabras de los “testigos especiales del nombre de Cristo en todo el mundo” (Doctrina y Convenios 107:23), a quienes Dios ha elegido, llamado y autorizado.

Sunday Dec 07, 2025

Los Artículos de Fe y las Declaraciones Oficiales 1 y 2 8 – 14 diciembre: “Creemos” Desde la primera visión de José Smith, Dios ha seguido guiando Su Iglesia por revelación. En algunos casos, la revelación ha incluido cambios a las normas y prácticas de la Iglesia. Las Declaraciones Oficiales 1 y 2 anunciaron esa clase de revelación: una llevó a poner fin a la práctica del matrimonio plural, y la otra puso las bendiciones del sacerdocio al alcance de las personas de todas las razas. Cambios como esos son parte de lo que significa tener una “iglesia verdadera y viviente” (Doctrina y Convenios 1:30), con un profeta verdadero y viviente, y guiada por el Dios verdadero y viviente. Pero la verdad eterna no cambia, aunque nuestra comprensión de ella sí lo haga. Y a veces, la revelación arroja luz adicional sobre la verdad. Los Artículos de Fe cumplen con ese propósito esclarecedor. La Iglesia está firmemente fundada en la verdad eterna, sin embargo, puede crecer y cambiar “según [la] voluntad [del Señor], acomodando sus misericordias a las condiciones de los hijos de los hombres” (Doctrina y Convenios 46:15). En otras palabras: “Creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios” (Artículos de Fe 1:9).

Monday Dec 01, 2025

Doctrina y Convenios 137–138 1 – 7 diciembre: “La visión de la redención de los muertos” A las revelaciones que están registradas en Doctrina y Convenios 137 y 138 las separa un período de más de ochenta años y una distancia de más de 2400 kilómetros (1500 millas). La sección 137 fue recibida por el profeta José Smith en 1836 en el Templo de Kirtland, y la sección 138 fue recibida por Joseph F. Smith, el sexto Presidente de la Iglesia, en 1918 en Salt Lake City. Pero en cuanto a doctrina, las dos visiones son muy semejantes. Ambas responden preguntas que muchas personas, incluso profetas de Dios, tienen sobre la vida después de la muerte. José Smith se preguntaba sobre el destino de su hermano Alvin, que había fallecido sin haber sido bautizado. Joseph F. Smith, que había perdido a ambos padres y a trece hijos por muertes prematuras o inesperadas, a menudo pensaba en el mundo de los espíritus y se preguntaba sobre la predicación del Evangelio allí. La sección 137 arroja algo de luz preliminar en cuanto al destino de los hijos de Dios en la vida venidera, y la sección 138 descorre aún más el velo. Juntas, ambas revelaciones testifican del “grande y maravilloso amor manifestado por el Padre y el Hijo” (Doctrina y Convenios 138:3).

Sunday Nov 23, 2025

Doctrina y Convenios 133–134 17 – 23 noviembre: “Preparaos para la venida del Esposo” En 1833, el populacho atacó y destruyó la imprenta de la Iglesia. Entre las impresiones en curso en ese momento se encontraba el Libro de Mandamientos: el primer intento de la Iglesia de compilar las revelaciones modernas de Dios en un libro. El populacho esparció las páginas sin encuadernar y, aunque hubo santos valientes que preservaron algunas de ellas, solo se tiene conocimiento de que hayan sobrevivido unas pocas copias incompletas del Libro de Mandamientos. Lo que conocemos como la sección 133 de Doctrina y Convenios estaba destinada a ser el apéndice del Libro de Mandamientos, a modo de signo de exclamación final de las revelaciones publicadas del Señor. En ella se advierte sobre el día de juicio venidero y se repite el llamado que se encuentra a lo largo de toda la revelación moderna: huir de lo mundano, simbolizado por Babilonia; edificar Sion; prepararse para la Segunda Venida; y difundir ese mensaje “a toda nación, y tribu, y lengua, y pueblo” (versículo 37). Aunque los planes iniciales para el Libro de Mandamientos no se cumplieron, esta revelación es un recordatorio y un testimonio de que la obra del Señor seguirá adelante, “porque desnudará su santo brazo […], y todos los extremos de la tierra verán la salvación de su Dios” (versículo 3).

Tuesday Nov 18, 2025

Doctrina y Convenios 133–134 17 – 23 noviembre: “Preparaos para la venida del Esposo” En 1833, el populacho atacó y destruyó la imprenta de la Iglesia. Entre las impresiones en curso en ese momento se encontraba el Libro de Mandamientos: el primer intento de la Iglesia de compilar las revelaciones modernas de Dios en un libro. El populacho esparció las páginas sin encuadernar y, aunque hubo santos valientes que preservaron algunas de ellas, solo se tiene conocimiento de que hayan sobrevivido unas pocas copias incompletas del Libro de Mandamientos. Lo que conocemos como la sección 133 de Doctrina y Convenios estaba destinada a ser el apéndice del Libro de Mandamientos, a modo de signo de exclamación final de las revelaciones publicadas del Señor. En ella se advierte sobre el día de juicio venidero y se repite el llamado que se encuentra a lo largo de toda la revelación moderna: huir de lo mundano, simbolizado por Babilonia; edificar Sion; prepararse para la Segunda Venida; y difundir ese mensaje “a toda nación, y tribu, y lengua, y pueblo” (versículo 37). Aunque los planes iniciales para el Libro de Mandamientos no se cumplieron, esta revelación es un recordatorio y un testimonio de que la obra del Señor seguirá adelante, “porque desnudará su santo brazo […], y todos los extremos de la tierra verán la salvación de su Dios” (versículo 3).

Monday Jul 28, 2025

A partir del momento en que el sacerdocio fue restaurado en 1829, los primeros Santos fueron bendecidos por el sagrado poder del Señor. Fueron bautizados, confirmados y llamados a servir mediante la autoridad del sacerdocio, de manera muy similar a como lo somos en la actualidad. Pero el tener acceso al poder del sacerdocio no es lo mismo que entenderlo completamente, y había más que Dios deseaba que Sus santos entendieran, particularmente teniendo en cuenta la restauración futura de las ordenanzas del templo. La revelación de 1832 sobre el sacerdocio, que actualmente es Doctrina y Convenios 84, amplió la visión de los santos sobre lo que es realmente el sacerdocio, y puede hacer lo mismo por nosotros en la actualidad. Después de todo, hay mucho que aprender sobre el poder divino que posee “la llave del conocimiento de Dios”, que pone de manifiesto “el poder de la divinidad” y que nos prepara para “ver la faz de Dios, sí, el Padre, y vivir” (versículos 19–22).

Saturday Jul 12, 2025

Menos de dos años después de que la Iglesia de Jesucristo había sido restaurada, tenía más de 2000 miembros y estaba creciendo rápidamente. En marzo de 1832, José Smith se reunió con otros líderes de la Iglesia “para analizar asuntos de la Iglesia”: la necesidad de publicar revelaciones, comprar tierras en las que congregarse y cuidar de los pobres (véase Doctrina y Convenios 78, encabezamiento de la sección). Para atender esas necesidades, el Señor llamó a una pequeña cantidad de líderes de la Iglesia a formar la Firma Unida, un grupo que uniría sus esfuerzos para “adelantar la causa” del Señor (versículo 4) en esos ámbitos. Pero incluso en tales asuntos administrativos, el Señor se centró en las cosas de la eternidad. Finalmente, el propósito de la imprenta o el almacén, como todo lo demás en el Reino de Dios, es preparar a Sus hijos para recibir “un lugar en el mundo celestial” y “las riquezas de la eternidad” (versículos 7, 18); y si esas bendiciones son difíciles de comprender ahora, en medio del ajetreo de la vida diaria, Él nos asegura: “Sed de buen ánimo, porque yo os guiaré” (versículo 18).

Friday Jul 04, 2025

“¿Qué me sucederá después de que muera?”. Casi todas las personas se hacen esa pregunta de una u otra manera. Por siglos, muchas tradiciones cristianas, basándose en enseñanzas de la Biblia, han enseñado en cuanto al cielo y el infierno, en cuanto al paraíso para los justos y el tormento para los inicuos. Pero ¿puede realmente dividirse a toda la familia humana de manera tan estricta? En febrero de 1832, José Smith y Sidney Rigdon se preguntaban si había algo más que aprender sobre el tema (véase Doctrina y Convenios 76, encabezamiento de la sección).Efectivamente lo había. Mientras José y Sidney meditaban sobre esas cosas, el Señor “tocó los ojos de [su] entendimiento y fueron abiertos” (versículo 19). Ellos recibieron una revelación tan asombrosa, tan extensa y tan instructiva, que los santos la llamaron simplemente “La visión”. Esa visión abrió las ventanas de los cielos y dio a los hijos de Dios una comprensión más amplia de la eternidad. La visión reveló que el cielo es más grande, amplio e incluyente de lo que la mayoría de las personas habían supuesto previamente. Dios es más misericordioso y justo de lo que podemos comprender, y los hijos de Dios tienen un destino eterno más glorioso de lo que podemos imaginar.Véanse Santos, tomo I, págs. 150–153; “La visión”, en Revelaciones en contexto, págs. 158–164.

Scripture Central

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