Ven, Sígueme de Central de las Escrituras

Este espacio ha sido creado para ayudarte a ti a aprender acerca de Jesucristo al estudiar Ven, Sígueme.

Listen on:

  • Apple Podcasts
  • YouTube
  • Podbean App
  • Spotify
  • Amazon Music
  • iHeartRadio
  • PlayerFM
  • Podchaser
  • BoomPlay

Episodes

Monday Jun 30, 2025

Desde que era joven, José Smith hizo frente a críticos, e incluso a enemigos, conforme procuraba hacer la obra de Dios. Sin embargo, debió haber sido particularmente difícil a finales de 1831, cuando Ezra Booth comenzó a oponerse públicamente a la Iglesia, ya que en ese caso el crítico era alguien que anteriormente había sido creyente. Ezra había visto a José utilizar el poder de Dios para sanar a una mujer y había sido invitado a acompañar a José en el primer reconocimiento que se hizo a la tierra de Sion en Misuri; pero había perdido la fe y, con la intención de desacreditar al Profeta, publicó una serie de cartas en un diario de Ohio. Sus esfuerzos parecían estar dando frutos, ya que “sentimientos hostiles […] habían surgido contra la Iglesia” en la región (Doctrina y Convenios 71, encabezamiento de la sección). ¿Qué debían hacer los creyentes en una situación como esa? Si bien no hay una sola respuesta correcta para toda situación, parece que a menudo —incluso en este caso de 1831— parte de la respuesta del Señor es declarar la verdad y corregir las falsedades al “proclamar [el] evangelio” (versículo 1). Es cierto que la obra del Señor siempre tendrá críticos, pero al final, “no hay arma forjada en contra de [ella] que haya de prosperar” (versículo 9).Véase “Ezra Booth e Isaac Morley”, en Revelaciones en contexto, pág. 143.

Monday Jun 23, 2025

De 1828 a 1831, el profeta José Smith recibió muchas revelaciones del Señor, incluso consejos divinos para ciertas personas, instrucciones para gobernar la Iglesia, visiones de los últimos días y muchas verdades inspiradoras de la eternidad; sin embargo, muchos de los santos no las habían leído. Las revelaciones todavía no se habían publicado, y las pocas copias disponibles estaban escritas a mano en hojas sueltas que circulaban entre los miembros y que los misioneros llevaban consigo.Luego, en noviembre de 1831, José convocó un consejo de líderes de la Iglesia para intercambiar opiniones sobre la publicación de las revelaciones. Tras procurar la voluntad del Señor, esos líderes hicieron planes para publicar el Libro de Mandamientos, que fue el precursor de lo que actualmente es Doctrina y Convenios. Dentro de poco todos podrían leer por sí mismos la palabra de Dios revelada mediante un profeta viviente, siendo una prueba vívida de que “de nuevo se ha[bía]n confiado al hombre las llaves de los misterios del reino de nuestro Salvador”. Por esa y muchas otras razones, los santos entonces y ahora consideran que esas revelaciones son “de tal estima […] como las riquezas de toda la tierra” (Doctrina y Convenios 70, encabezamiento de la sección).Véase Santos, tomo I, págs. 143–146.

Saturday Jun 14, 2025

En el terrible calor de agosto de 1831, varios élderes viajaban de regreso a Kirtland desde la tierra de Sion en Misuri. Los viajeros estaban cansados, y las tensiones no tardaron en convertirse en riñas. Puede haber parecido que edificar Sion, una ciudad de amor, unidad y paz, iba a tomar mucho tiempo.Afortunadamente, edificar Sion —en Misuri en 1831 o en nuestro corazón, nuestras familias y nuestros barrios en la actualidad— no requiere que seamos perfectos. En vez de ello, “a vosotros os es requerido perdonar”, dijo el Señor (Doctrina y Convenios 64:10). Él requiere “el corazón y una mente bien dispuesta” (versículo 34), y requiere paciencia y diligencia, ya que Sion se edifica sobre el fundamento de “cosas pequeñas”, las cuales las logran quienes no se “cans[an] de hacer lo bueno” (versículo 33).Véase también Santos, tomo I, págs. 136–137, 139–140.

Monday Jun 09, 2025

A principios de agosto de 1831, José Smith y otros élderes de la Iglesia se estaban preparando para regresar a Kirtland después de una breve visita a la “tierra de Sion” (Doctrina y Convenios 59:3). El Señor quería que predicaran el Evangelio durante su viaje (véase Doctrina y Convenios 52:10); y algunos de ellos lo hicieron con diligencia, pero otros tuvieron dudas. “Esconden el talento que les he dado”, dijo el Señor, “a causa del temor de los hombres” (Doctrina y Convenios 60:2). Muchos de nosotros sabemos cómo se sentían esos élderes. Si bien amamos el Evangelio, el temor y la duda podrían impedirnos compartirlo, pero el Señor es misericordioso. Él “conoce las flaquezas del hombre y sabe cómo socorrer[nos]” (Doctrina y Convenios 62:1). Dispersas en todas esas revelaciones dadas a los primeros misioneros, se encuentran palabras tranquilizadoras que nos pueden ayudar a superar nuestros temores y defectos: “Puedo haceros santos”. “… toda carne está en mi mano”. “…estoy siempre con los fieles”. Y “el que sea fiel y persevere, vencerá al mundo”. (Doctrina y Convenios 60:7; 61:6; 62:9; 63:47).

Sunday Jun 01, 2025

Cuando los élderes de la Iglesia vieron por primera vez el sitio de la ciudad de Sion —Independence, Misuri— no fue lo que ellos esperaban. Algunos pensaron que se encontrarían con una comunidad próspera e industriosa que tendría un grupo fuerte de santos. En su lugar, encontraron un asentamiento escasamente poblado que no contaba con la civilización a la que estaban acostumbrados y que estaba habitado por colonos fronterizos toscos en vez de santos. Resultó que el Señor no les estaba pidiendo que solamente fueran a Sion, sino que quería que edificaran Sion.Cuando nuestras expectativas no coinciden con la realidad, podemos recordar lo que el Señor dijo a los santos en 1831: “No podéis ver con vuestros ojos naturales el designio de vuestro Dios […], ni la gloria que seguirá después de mucha tribulación” (Doctrina y Convenios 58:3). Efectivamente, la vida está llena de tribulación, e incluso iniquidad, pero aún podemos “efectuar mucha justicia; porque el poder está en [nosotros]” (versículos 27–28).Véase también Santos, tomo I, págs. 130–136.

Tuesday May 27, 2025

“Mayordomo fiel, justo y sabio”Para los miembros de la Iglesia en la década de 1830, congregar a los santos y edificar la ciudad de Sion eran labores tanto espirituales como temporales, con muchos asuntos prácticos que atender: se requería que alguien comprara tierras donde los santos pudieran establecerse; era necesario que alguien imprimiera libros y otras publicaciones; y se necesitaba que alguien administrara una tienda a fin de proveer bienes para las personas de Sion. En las revelaciones registradas en Doctrina y Convenios 51– 57, el Señor designó e instruyó a algunas personas para que se encargaran de esas tareas.Si bien las habilidades en tales cosas son necesarias en Sion, esas revelaciones también enseñan que el Señor desea que Sus santos lleguen a ser espiritualmente dignos de ser llamados el pueblo de Sion: Su pueblo. Nos llama a todos a ser un “mayordomo fiel, justo y sabio”, teniendo un corazón contrito, “permanec[iendo] firme[s]” en nuestras responsabilidades señaladas (véanse Doctrina y Convenios 51:19; 52:15; 54:2). Si podemos hacerlo, sin importar cuáles sean nuestras habilidades temporales, el Señor puede valerse de nosotros para edificar Sion.

Sunday May 18, 2025

El Salvador es nuestro “buen pastor” (Doctrina y Convenios 50:44). Él sabe que a veces las ovejas andan errantes y que el desierto tiene muchos peligros, por lo que, con amor, nos guía a la seguridad de Su doctrina. Él nos aleja de peligros tales como “espíritus que son falsos, los cuales se han esparcido por la tierra, engañando al mundo” (Doctrina y Convenios 50:2). Seguirlo a Él a menudo significa dejar de lado ideas o tradiciones incorrectas. Así fue para Leman Copley y para otras personas en Ohio. Ellos habían aceptado el Evangelio restaurado, pero aún se aferraban a algunas creencias que simplemente no eran correctas. En Doctrina y Convenios 49, el Señor declaró verdades que corrigieron las creencias anteriores de Leman sobre temas como el matrimonio y la segunda venida del Salvador; y cuando los conversos de Ohio “recibi[eron] espíritus que no pudi[eron] comprender”, el Señor les enseñó cómo discernir las verdaderas manifestaciones del Espíritu (Doctrina y Convenios 50:15). El Buen Pastor es paciente con nosotros, Sus “niños pequeños” que deben “crecer en gracia y en el conocimiento de la verdad” (Doctrina y Convenios 50:40).

Monday May 12, 2025

Cuando Parley P. Pratt, Oliver Cowdery, Ziba Peterson y Peter Whitmer Jr. partieron de Kirtland para continuar predicando el Evangelio, dejaron a más de 100 nuevos miembros de la Iglesia que tenían bastante entusiasmo, pero poca experiencia o guía. No tenían manuales de instrucción, reuniones de capacitación de líderes ni transmisiones de la conferencia general; de hecho, ni siquiera tenían suficientes ejemplares del Libro de Mormón para compartir. Muchos de esos nuevos creyentes se habían sentido atraídos al Evangelio restaurado por la promesa de maravillosas manifestaciones del Espíritu, especialmente las descritas en el Nuevo Testamento (véase, por ejemplo, 1 Corintios 12:1–11). Sin embargo, a muchos les resultaba difícil reconocer las verdaderas manifestaciones del Espíritu. Al ver la confusión, José Smith pidió ayuda en oración. La respuesta del Señor es valiosa en la actualidad, cuando las personas a menudo niegan o hacen caso omiso de las cosas del Espíritu. Él reafirmó que las manifestaciones espirituales son reales y también aclaró lo que son: dones de un amoroso Padre Celestial, “que se dan para el beneficio de los que [l]e aman y guardan todos [Su]s mandamientos, y de los que procuran hacerlo” (Doctrina y Convenios 46:9).

Sunday May 11, 2025

La Iglesia creció rápidamente en 1830 y 1831, en particular gracias a una gran cantidad de nuevos miembros en Kirtland, Ohio. Este crecimiento fue emocionante y alentador para los santos, pero también trajo algunos desafíos. ¿Cómo se unifica un grupo de creyentes en rápida expansión? Específicamente, ¿qué haces cuando ellos traen doctrina y prácticas de sus religiones anteriores? Por ejemplo, cuando José Smith llegó a Kirtland a principios de febrero de 1831, encontró a miembros nuevos que compartían una propiedad en común con la intención genuina de imitar a los cristianos del Nuevo Testamento (véase Hechos 4:32–37). El Señor hizo algunas correcciones y aclaraciones importantes sobre ese y otros temas. Lo hizo en gran parte mediante una revelación registrada en Doctrina y Convenios 42, la cual Él llamó “mi ley, para gobernar mi iglesia” (versículo 59). En esa revelación, descubrimos verdades que son fundamentales para establecer la Iglesia del Señor en los últimos días. También descubrimos que nos queda mucho por aprender: “Si pides”, prometió el Señor, “recibirás revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento” (Doctrina y Convenios 42:61).Véase también Santos, tomo I, págs. 116–121.

Thursday May 08, 2025

La revelación de la sección 45 se recibió, según el encabezamiento, “para la alegría de los santos”, y hay mucho para alegrarse en esa revelación, en la cual el Salvador hace Su tierna promesa de abogar por nosotros ante el Padre (véanse los versículos 3–5). Él habla de Su sempiterno convenio que se extiende por todo el mundo, como “un mensajero […], preparando el camino delante de [Él]” (versículo 9) y profetiza de Su gloriosa Segunda Venida. El Salvador hace todo eso a la vez que reconoce que estos son tiempos difíciles (véase el versículo 34), en parte debido a los peligros que tendrán lugar antes de Su venida. Sin embargo, esos peligros, esa oscuridad, no son lo suficientemente fuertes como para apagar la luz de la esperanza. “Porque, de cierto os digo”, declaró el Señor, “que soy […] una luz que resplandece en las tinieblas” (versículo 7). Ese motivo por sí solo es suficiente para recibir esta revelación con gozo, junto con cualquier consejo, advertencia y verdad que Él quiera dar.

Scripture Central

Podcast Powered By Podbean

Version: 20241125